3.5.11

INSOMNIO. PASEO. CALLEJÓN. TELÉFONO MÓVIL



El hueco de la persiana, preciso
como un cuerpo. La luna se desmorona.
Silencio. Por las paredes del cuarto vacío
se desprende piel sin apenas peso.

Salgo a la calle. Contemplo la madrugada
afilada de un teléfono móvil. Las llagas
de las farolas. Su dolor amarillo.
En un semáforo se vierte sangre.

Los nudillos llaman a una puerta. No
obtienen respuesta. El callejón ofrece
abrigo. Una navaja y un vientre.
Algo por lo que esperar un día más.









Imagen: Eugene Atget
Texto: Juan Bello

4 comentarios:

Unknown dijo...

Conmueve.

la chica del ático dijo...

doloroso y precioso, como el amarillo de las farolas.

sgs dijo...

Mi persiana se ha roto pero sigo sin ver el sol.

Crista de Arco dijo...

Los callejones suelen ser más cálidos que casas confortables (en algunos casos)

Un beso o 2 *