14.6.13

LOS DÍAS MENGUANTES



El olor a gasolina
de los días menguantes,
las tardes
entregadas en cuchara.

En el lomo de un monte,
junto a la costa,
los molinos de viento,
la herencia celta,
el corazón abierto.

El cielo
se manchaba de sangre
en la herida,

                       nosotros
apretábamos el tiempo
contra el pecho

antes de regresar.



Texto: Juan Bello
Fotografía: Cris Domercq

1 comentario:

Dylan Forrester dijo...

Certeros versos.

Saludos.