El olor a gasolina
las tardes
entregadas en cuchara.
En el lomo de un monte,
junto a la costa,
los molinos de viento,
la herencia celta,
el corazón abierto.
El cielo
se manchaba de sangre
en la herida,
nosotros
apretábamos el tiempo
contra el pecho
antes de regresar.
Texto: Juan Bello
Fotografía: Cris Domercq
1 comentario:
Certeros versos.
Saludos.
Publicar un comentario