14.11.11

LA CIUDAD A ESTAS ALTURAS


Se precipita ferozmente como la lluvia
la ciudad. La tragedia, esa rutina
convertida en verbo o en columna
vertebral. De nuestras ruinas alguien
concebirá un fuego que le ofrezca calor
y sangre en la dura noche sin techo.
Nuestra soledad también podría ser
refugio o avenida. Pero no sabremos,
porque nuestras necesidades son
el mar, un bosque, arena
que acumulada doblará un desierto.















Texto: Juan Bello
Imagen: Sonia Marpez

1 comentario:

No soy Amanda Gris dijo...

Es usted un poeta maravilloso.

-Flowers-